Luego del advenimiento de la democracia la Fuerza Aérea dentro de la política de Defensa Nacional, trató de cumplir con las pautas establecidas de redimensionamiento de sus efectivos.
No obstante lo significativo de la reducción, procuró dar satisfacción al máximo de sus posibilidades y recursos a los requerimientos que demanda su misión específica.
Además encaró en esa época una modernización y racionalización del parque aéreo, dentro del caudal que le podían brindar los medios económicos a su alcance, lo que como en casi toda su historia fueron limitados.
Con la base de lo producido por la venta del Learjet y dos Aviocar y gracias al FMS (Foering Military Sales) de los Estados Unidos, se pudo adquirir en ese país, seis aviones A-37B y poco más tarde cinco entrenadores T-33A, con el objeto de completar la dotación del Grupo de Aviación Nº2 (Caza).
Todos estos aviones estaban en servicio en la Guardia Nacional de aquel país.
A los efectos de trasladar los seis aviones A-37B en vuelo desde los Estados Unidos al Uruguay, se constituyó un Agrupamiento Especial, al cual se le dio el apoyo logístico de un avión CASA C-212 que llevó a los aviadores hasta los Estados Unidos y acompañó el vuelo “ferry” de los A-37B hasta Montevideo.
Como Jefe de Misión y piloto del C-212 se designó al Tte.Cnel.(Av) Hernaldo García, que fue acompañado en ese avión por la tripulación compuesta por los pilotos Cap. (Av) José C. Lupinacci y Cap. (Av) Pablo Tarabal y, el mecánico Cbo.2ª (AT) Eduardo Tileni. Como pasajeros fueron los doce tripulantes de los aviones A-37B.
La misión partió en el C-212 FAU 533 de Carrasco el 27 de febrero de 1989 hacia Santiago de Chile, arribando al Aeropuerto de Pudahuel sin escalas, donde pernoctaron. El 28 continuaron el vuelo hasta Lima, con escala técnica en Arica.
El 1º de marzo hicieron la etapa Lima – Guayaquil; al otro día siguieron hacia el Norte, haciendo el tramo Guayaquil – Panamá (Howard AFB) llegando a esa base en la madrugada del 3 de marzo. Luego de descansar unas horas prosiguieron hacia México en esa misma jornada, realizando la ruta Howard – Tapachula – Monterrey, ciudad mexicana donde arribaron en la madrugada del 4 de marzo; allí pasaron lo que quedaba de la noche y la mañana de ese día. En la tarde partieron hacia la Base Aérea de Kelly en el Estado de Texas, Estados Unidos, sitio al cual llegaron de noche sin novedad, luego de haber volado 40 horas, 7 décimas desde Montevideo.
En dicha base el Jefe del Grupo de Aviación Nº2 (Caza), May.(Av) Edgardo Menéndez y, los oficiales y el personal subalterno que lo acompañaban, quienes iban a regresar en los seis aviones A-37B, los recibieron e inspeccionaron. Fueron probados en vuelos locales por el tte.1º (Av) Hugo Jackson y el Tte.2º (Av) Javier Addiego.
Cuando finalizaron los vuelos de prueba y se prepararon los aviones para el “ferry”, incluido el C-212, partieron hacia el sur.
Los aviones A-37B y los tripulantes que lo comandaban eral los siguientes:
- A-37B CE Nº de serie 68-7952 Matrícula FAU 280: May. (Av) Edgardo Menéndez – Tte.2º (Av) Javier Addiego
- A-37B CE Nº de serie 69-6389 Matrícula FAU 281: Tte.1º (Av) Olavo Machado – Tte.2º (Av) Pablo García
- A-37B CE Nº de serie 69-6422 Matrícula FAU 282: Tte.1º (Av) Ruben Aroztegui – Sgto. (AT) Geroge Machado
- A-37B CE Nº de serie 69-6424 Matrícula FAU 283: Tte.1º (Av) Walter Martinez – Tte.1º (Av) Juan Plateiro
- A-37B CE Nº de serie 69-6429 Matrícula FAU 284: Tte.1º (Av) Miguel Martínez – Cbo.1ª (AT) Miguel Berrospe
- A-37B CE Nº de serie 69-6430 Matrícula FAU 285: Tte.1º (Av) Hugo Jackson – Cbi.1ª (AT) Angel Guartechea
El 11 de marzo de tarde, despegaron de Kelly hacia Veracruz los A-37B y el C-212 con una escala técnica en Monterrey de los primeros, el C-212 arribó directo a ese puerto mexicano. Al día siguiente salieron todos hacia La Aurora, aeropuerto de la Ciudad de Guatemala, llegando los siete aparatos a esa capital.
El 13 de marzo continuaron la ruta hacia Howard en Panamá, con una etapa en David, Panamá, para repostar combustible.
En la otra jornada salieron hacia Guayaquil, pero tuvieron que pernoctar en Esmeraldas, Ecuador, por meteorología, perdiendo todo el día 15 en esa localidad.
El 16 continuaron el vuelo hacia Lima, con una parada en Piura, Perú, de los A-37B para recargar combustible.
El 17 prosiguieron hasta Antofagasta, el A-37B FAU 285 tuvo problemas con el tren de aterrizaje, teniéndose que repararlo en esa base con la ayuda de la Fuerza Aérea Chilena, motivo por el cual debieron quedarse todo el 18 de marzo allí.
El Aviocar C-212 continuó a Santiago mientras esto ocurría. El 19 de Antofagasta los A-37B y, el C-212 de Santiago, partieron hacia Carrasco, con una escala técnica en Mendoza, Argentina; aterrizando en nuestro aeropuerto a la hora 22 y 25 de la noche, sin novedad.