Corriendo el año 1953, la falta de repuestos agrava la situación ya complicada del año anterior, sobre todo en los aviones que forman parte de la dotación de los Grupos Tácticos de Aviación, como el Nº 2 (Caza) y el Nº 3 (Bombardeo), que mantienen el entrenamiento de sus tripulaciones con los aviones AT-6 y AT-11 respectivamente.
El Grupo de Caza logra poner en orden de vuelo aviones F-51 en el mes de julio, que es cuando comienza el reentrenamiento de sus pilotos en estos aparatos.
Hasta allí por medio de un AT-6 en Nº 341 que fue asignado al Grupo en febrero (procedente de la Base Aeronáutica Nº 1, la que a su vez lo había recibido de la escuela Militar de Aeronáutica anteriormente) y de otros dos, los Nº 337 y 350, de la dotación de la Base Aérea Nº 1, también asignados al Grupo se mantuvo el entrenamiento, inclusive con vuelo nocturno, instrumentos, etc.
El Grupo de Bombardeo vuela durante todo el año con el AT-11 Nº 105, que es el aparato con el cual sus tripulantes mantienen el entrenamiento en todo ese período, aya que no fue posible mantener ni un B-25 en orden de vuelo.
Mientras tanto, el Grupo de Aviación Nº 4 (Transporte), continúa cumpliendo sus misiones y el entrenamiento anual con sus aviones C-47, el UC-45 Nº 506 y dos Ryan Navion del Ministerio de Salud Pública, los Nº 1903 u 1904, que le habían sido adjudicados a su dotación en 1951.
La Base Aeronáutica Nº 2, de acuerdo a su plan de entrenamiento anual, preparó a sus pilotos, (sobre todo a los que formaban parte de la promoción “Juan Antonio Lavalleja”, que había recibido como primer destino en conjunto a esa Unidad), con los diferentes aviones que formaban su dotación incluidos los AE-1 Piper 100 N1 504 y 505; en vuelos por instrumentos, tiro, bombardeo, navegación, etc.