Al accidentarse el AVRO con el Cap. Sáenz Lacueva y el Tte. Rinaldi, la Escuela quedó prácticamente sin aviones. Hasta que llegara al país el May. Scott y luego las otras misiones aeronáuticas, los aviones con que se contaba eran los Castaibert y los Farman ya obsoletos y pertenecientes a una época pasada de la Aviación, sobre todo luego de las demostraciones llevadas a cabo por todas estas misiones y observadas por autoridades nacionales y el personal del nuevo Instituto Aéreo.
La actividad aérea muy reducida en 1919, renació en 1920 en la persona del Cap. Cesáreo L. Berisso.
A principios de 1920, los instructores franceses entrenaron al Cap. Berisso en los SPAD y Breguet, y partieron en esos primeros meses para el Brasil los cuatro pilotos becados y el futuro Jefe de los Talleres. Los demás pilotos con que contaba la Escuela habían vuelto a sus armas de origen incluidos los dos instructores, el Cap. Sáenz Lacueva y el Tte.2º Cristo.
Por casi todo el año de 1920, el Cap. Berisso fue el único piloto con que contó el campo del Cno. Mendoza y él tuvo que recibir el nuevo material aéreo y probarlo, así como cumplir todas las misiones que se le encomendó a la Escuela.
Entre los días 9 y 23 de mayo de 1920, se realizó en campos próximos a Santa Clara de Olimar, en Treinta y Tres, un período de instrucción de conjunto a cargo de diversas Unidades dependientes de la Zona Militar Nº 2 con asiento en Melo y algunas fuerzas y servicios de la capital, culminando con una maniobra de Brigada.
El día 22, durante esta última donde el Gral.de Brigada Dn. Guilermo Ruprecht, actuó como Jefe de División, un avión SPAD piloteado por el Cap. Cesáreo L. Berisso, llegado desde Montevideo el día anterior, ejecutó diversos ejercicios sobre el campo, efectuando la exploración a distancia de la Brigada y luego, por orden del mencionado General, un vuelo de reconocimiento hasta Melo regresando enseguida a Olimar y de allí al campo del Cno. Mendoza.
Esta fue la primera intervención de la Aviación Militar en maniobras con el Ejército Nacional, Posteriormente, año a año participaría siempre, sobre todo en maniobras en el Campo Militar de los Cerrillos.
Este avión SPAD es el primero en ser recibido por nuestro país, de los adquiridos a la Compañía Franco – Argentina de Transportes Aéreos, fundada por la Misión Aeronáutica Francesa; así como dos motores Hispano – Suiza de 220 HP, que eran los que usaban estos biplanos de caza.
El siguiente SPAD, luego numerado con el 2, los recibió el cap. Berisso el día 1º de julio de 1920 en el campo de aviación de San Isidro, Buenos Aires, recientemente inaugurado el 23 de mayo de 1920.
Ese 1º de julio luego de una prueba en vuelo, se dirigió a El Palomar, donde fue recibido por los aviadores militares argentinos amigos y compañeros desde 1915, regresando en la tarde misma a San Isidro. Al siguiente día partió de San Isidro hacia Montevideo, no sin antes sobrevolar Buenos Aires, donde realizó varias acrobacias.
Con ese mismo aparato regresa el día 9 de julio a Buenos Aires, para intervenir en las festividades de la Independencia, portando además una comunicación del Ministro de Relaciones Exteriores, Dr. Juan Antonio Bueno para su colega argentino Dr. Honorio P. Pueyrredón.
En la tarde de ese día integra el desfile aéreo sobre la capital que realiza la Aeronáutica Argentina. Regresa el día 15 de julio, demorando el tiempo record entre las dos ciudades de 52 minutos, al sobrevolar la Plaza Constitución en Montevideo, realizando varias maniobras acrobáticas.
El 22 de agosto cumple otro vuelo a Buenos Aires y regresa a Montevideo en uno de los SPAD.