Aunque solamente estuviera el hangar todavía sin su piso y planchada para los aviones, en el Aeródromo Militar “Tte.2º Mario Walter Parallada” de Durazno, y únicamente existiendo además de este hangar, una construcción precaria, (un poco hacia el norte donde hoy está el Casino de Oficiales, donde supo ser la Sala de Radio y creo que actualmente depósito de la cocina), denominada pabellón de los servicios, como posibles únicos alojamientos, el Jefe interino de la Base Aeronáutica Nº 2 – Cap. Conrado A. Sáez, no veía el día en poder mudarse desde Boiso Lanza hacia Durazno, para independizar totalmente su Unidad y además de esta manera impulsar su pronto acondicionamiento con este hecho consumado.
Las circunstancias no le eran propicias y los días pasaban sin tomar esta resolución casi heroica de trasladar máquinas y hombres a un lugar prácticamente sin infraestructura.
Finalmente, ese día llegó y fue el 10 de julio de 1940. En esa jornada arribaron a Parallada para quedarse y establecerse, seis aviones con sus tripulaciones más el “Tiger” Nº 16 que ya estaba allí. Fueron los siguientes: “Tiger” Nº 3 con el Cap. Ramón Irrazabal y el Sdo. Mansilla; el Potez Nº 10 con el tte.2º Remo Laporta y el Sgto.º Asdo. Pedro Bracamonte; el Potez Nº 1 con el tte.2º Adail Altesor y el Tte.2º José L. Suarez; el Ro.37 bis Nº 2 con el Cap. Conrado A. Sáez y el Sdo. Martinez; el Ro37 bis Nº 5 con el Sgto. Nilo A. Zerpa y el Cbo. Juan A. Borba; y por último el “Tiger” Nº 17 con el Tte.2º Alberto L. García y el Sdo. López.
El personal navegante usó como alojamientos, ese pabellón de los servicios. El Jefe de la base instaló su comando en la construcción anexa al hangar, del lado norte, usándolo también como alojamiento.
Cuando se produce la mudanza de la base Aeronáutica Nº 2 a Durazno, paralelamente se paraliza la compañía Air France, a causa de la invasión de Francia por las tropas alemanas, todavía en esa época este aeródromo era “Terrain de Secours” (Campo de alternativa) para los aviones que hacían la línea entre Porto Alegre y Buenos Aires (por dos veces aterrizaron de emergencia trimotores Dewoitine 33) y se mantenía una pequeña infraestructura para estas eventualidades, con telegrafista de guardia que daba además, el sondeo agrológico a pedido de los pilotos de la compañía.
En ese período actuaban como telegrafistas el Ing. Agrónomo Cesar Piacenza que fuera por varios años Director General de Aeronáutica Civil y el Sr. Juan Antonio Alonso (quién sustituyó a Américo Méndez, luego del accidente de aviación en que pereciera con el Tte.2º Juan M.Carvalho, exactamente un año atrás).
Además, completaba el plantel de funcionarios de Air France el Sr. Rómulo Pomi como mecánico, él que preparó este campo en 1935 y en 1928 con su padre, que era arrendatario, el de Pando, más adelante transformado en conocido hombre de negocios de Durazno y Aviador Civil, siempre unido a la gente de la base por diferentes lazos de familia y amistad.
Hoy que la Base Aérea “Parallada” luce tan completa, utilitaria y cómoda, con sus pistas , sus ayudas electrónicas, su estupenda infraestructura, su barrio adjunto, etc. era impensable para aquellos aviadores y técnicos que llegaron ese 10 de julio a establecerse allí casi como pioneros, que tendría este desenvolvimiento y fuera un auténtico aeropuerto de alternativa, como lo es ahora.
(Y aprovecho, a incluir en este relato histórico del Tte.1º Juan Maruri cuando también fue destinado el Grupo de Aviación Nº 2 (Caza) a trasladarse definitivamente a esa Base Aérea.
Ya habían construido las pistas actuales, y el hangar específicamente diseñado para el Grupo y los aviones a reacción. Entonces, nos envían como adelantados por cerca de tres meses a mi a cargo de la sección – Tte.1º Edgardo Menéndez, y a los Tte.2º Mauricio Camou, Eduardo Bianchi y Tydeo Ávila con tres A-37B.
Operábamos desde ese aeropuerto. Íbamos al Polígono de Tiro “La Carolina”, hacíamos misiones de todo tipo. Pero, cuando uno lee las dificultades que pasaron los antecesores, trae al recuerdo las que tuvimos nosotros, cuando improvisamos sobre una caja de cohetes la mesa de Operaciones (en la actual sala), cargábamos de combustible de un cisterna, entrábamos los aviones dentro del hangar y dormíamos en los alojamientos de Oficiales, allá abajo.
Hermoso!!! Y cuanto más habrá para contar, que mi pobre mente no me permite recordar).