En agosto de 1948, de acuerdo al “Convenio de Préstamos y Arriendos” firmado con los Estados Unidos, fue dispuesto con carácter urgente por el Ministerio de Defensa Nacional, la adquisición de una serie de aviones de transporte, bombardeo y de caza en ese país, con el fin de nutrir a la Aeronáutica Militar de los aparatos necesarios para un normal desenvolvimiento, después de haber recibido en 1947 y en años anteriores los entrenadores para capacitar a sus tripulaciones.
El 29 de octubre de 1948, fue autorizado el gasto de U$S 825.000 por el Decreto del Poder Ejecutivo Nº 12.556 el cual fue aumentado más tarde a la cantidad de U$S 865.000.
Se trataba de treinta y nueve aviones, tres C-47. once B-25 y veinticinco F-51. Para controlar e inspeccionar todos los aparatos, repuestos, máquinas, armamento, etc. que se adquirirían en esos años tan proficuos para el engrandecimiento de la Aeronáutica Militar, ya una antesala de la nueva organización que se pensaba montar: La Fuerza Aérea, se había nombrado una “Misión Permanente de Recepción de Material de Vuelo” que estaba formada por el May. Erling Olsen Böje, Jefe de Misión, May. Asdo. Alfredo Pittamiglio, Cap. Fernando R. Blanco y el Tte.2º José Mª Mazzetti.
En diciembre de 1948, se dispuso que esta Misión se trasladara urgentemente a los EE.UU de América con el cometido de inspeccionar los aviones adquiridos en dicho país a los efectos de la posterior aceptación de los mismos.
Por esta causa se clausuraron con carácter de excepción, el 30 de octubre, los Cursos de Pasaje de Grado para Capitanes y Tenientes que se realizaban en la Escuela Militar de Aeronáutica con el fin de preparar el personal navegante, que más adelante viajaría a los EE.UU. de América para traer estos aviones en vuelo.