Hace muchos años atrás, frente al Personal Superior y Subalterno del Grupo, un antiguo Oficial fue designado para decir algunas palabras.
Soldados, una imagen en bronce los contempla, es la de un hombre, que hace hoy (un montón de años atrás), guió, con el esplendor de su personalidad, aquellos gauchos soldados que ofrecieron sus vidas en el altar de la gloria, a ese dios de todos los pueblos, que se llama patria.
El soldado oriental, nacido en los combates cuando las invasiones inglesas, se lanza, en aquel memorable día de 1811, a los brazos de la historia, tiñendo con su sangre de valientes, los campos de la patria a orillas del Canelón Chico. Por eso hoy, como todos los 18 de mayo de cada año, se conmemora el “Día del Soldado”, como homenaje de un pueblo libre a sus héroes del pasado y a ustedes los pilares del presente.
Ustedes Soldados, como aquellos, tienen un deber que cumplir, defender y superar este pequeño – grande país, que dió al mundo y a la historia, hombres de la talla de Artigas, Lavalleja, Rivera, Oribe, Suarez, Rodó, Zorrilla de San Martín.
Cada cual en su círculo, en su trabajo, debe tener presente, esta inmensa responsabilidad, recordar que el futuro, pertenece a sus hijos, y que, para que la luz de la justicia, ilumine sus pases, en llama purificante debe ser alimentada, hasta con la vida si es preciso.
Esfuerzo, voluntad, comprensión,, superación, es cuanto hoy exige la patria, su esplendor y felicidad, será el mejor defensor, cuando la historia los enfrente a vuestros descendientes, que serán sin duda vuestros más implacables jueces.
Forjamos hoy el porvenir, hagámoslo con fé, dedicación, justicia, que nuestros hijos nos señalen con honor y con respeto”.