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Publicado: Lunes, 20 Abril 2020 19:56
Todo comenzó con una solicitud por parte de B.A.I a B.A.II de apoyo para sus maniobras. Se pretendía realizar simulacros de evacuación rápida de aeronaves, así como defensa de instalaciones ante ataques aéreos.
Con ese fin los grupos de Aviación Nº 4 y 6 habían sido desplegados al Aeropuerto de Melo, mientras el Nº 5 y 3 al Aeródromo “La Calera”.
Por su parte, B.A.II designa para cumplir las misiones de ataque al Grupo 2.
Recibida la orden, los cazadores comienzan a planificar para dar cumplimiento a la misma; estableciéndose que se efectuaría un ataque diurno al Aeropuerto de Melo y dos a La Calera con una sección de A-37B cada uno.
Aprovechando el entrenamiento alcanzado en tiro nocturno, se prevé también, utilizar esta modalidad para realizar uno de los ataques a “La Calera”; además, serviría para mostrar esta capacidad, desconocida por muchos, a la vez que permitiría lograr mayor sorpresa, ya que nadie esperaría ser atacado durante la noche.
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